Los herbicidas controlan las malezas que compiten con los cultivos para obtener luz y nutrientes. Si estas malezas no se controlan, el rendimiento de los cultivos puede reducirse en forma significativa. Las malezas también pueden causar otros problemas, ya que albergan plagas y enfermedades, interfieren con las actividades de cosecha y aumentan los costos implicados en limpiar y secar lo producido por los cultivos.